El embarazo y
el trabajo
Pese a que adelgacé
muchísimo durante el primer trimestre de embarazo, la tripilla se comenzó a
pronunciar muy pronto. Bodoque es un niño bastante social, lógico que desde el
mes dos ya quisiera saludar a todo el mundo.
Notifiqué en el trabajo que estaba embarazada. Lo recuerdo en positivo porque tuve la suerte de tener una jefaza, cariñosa y comprensiva, uno de esos seres humanos en vías de extinción. Hasta el sol de hoy le agradezco infinitamente su apoyo incondicional, ya que se por otras mamás que muchos embarazos en el terreno laboral no son bien recibidos.
Notifiqué en el trabajo que estaba embarazada. Lo recuerdo en positivo porque tuve la suerte de tener una jefaza, cariñosa y comprensiva, uno de esos seres humanos en vías de extinción. Hasta el sol de hoy le agradezco infinitamente su apoyo incondicional, ya que se por otras mamás que muchos embarazos en el terreno laboral no son bien recibidos.
Con más suerte aún, una de mis compis, quien me asesoró muchísimo, con el tema de altas, bajas y demás burocracias, también estaba en estado ¡es que los veranos en España pueden ser sinónimo de fertilidad! Y nuestros peques nacieron con un mes de diferencia. Valga la publicidad, ella se llama María y borda con amor, así que si tienen un regalo pendiente no duden en visitar su página en Facebook Los Baberos de la Tía María.
El primer contacto
con incompatibilidad
Desde un
principio odié mis horarios de trabajo, sobre todo porque nunca me permitieron
realizar ninguna actividad en paralelo. Estudiar alemán, francés, practicar
Yoga o bailar, fue durante cuatro años una ambición fuera de mi alcance.
Aquí un punto importante. Cuando enfaticé
que ningún embarazo es igual a otro, uno de los escenarios más relevantes es tu
situación emocional/profesional. No es lo mismo una barriga que crece con una
rutina calmada que con un ajetreo constante, ni la que se desarrolla con una
situación de pareja y/o vivienda estable que la que no.
Físicamente, lo
peor fue madrugar (5:30am) durante los dos primeros meses y el peso de la
barriga en el penúltimo. Ni el café ni la Coca-cola desaparecieron de mi dieta,
es más, creo que aumenté sus dosis en cantidades industriales para no dormirme
en el mostrador.
Con esta
rotación, cuidar de la barriga fue sumamente complicado. Me costaba llevar una
rutina de sueño y una alimentación sana, porque una semana mi desayuno se
convertía en comida y la siguiente la comida se transformaba en cena.
Sentí que mi
embarazo era incompatible con mis horarios de trabajo. Que no estaba llevando
una gestación plena, pero aun así continuamos hasta el octavo mes.
“Soy afortunad@, nada me ha sido fácil” Sigmund Freud.
“Soy afortunad@, nada me ha sido fácil” Sigmund Freud.
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