La cigüeña
El papá de
Bodoque y yo salimos muy poco antes que la cigüeña tocara mi puerta. Yo
trabajaba mucho, bebía mucho, fumaba más que mucho y tenía planificado un viaje
con mis padres, Otto y Renate, en octubre de 2013.
Bodoque llegó
en una vorágine de deseo y extrema rapidez. Yo salí de viaje con mis papás como
si nada estuviese ocurriendo dentro de mi. La primera parada fue Barcelona, me
sentía muy feliz y suponía que esa felicidad radicaba en estar cerca del mar y
de mis padres, a quienes veo muy poco porque viven en Venezuela.
La última
noche en Barcelona, compartí con mi amiga del colegio Débora De Sá, autora del
blog Vivir Creativamente, fui la
primera en mírame a los ojos y decirme “yo si creo que estás embarazada”. Nos
bebimos hasta el agua de los floreros junto con otro amigo de infancia. El
resultado: un considerable estado de ebriedad para tomar un avión a Italia al
siguiente día.
El viaje un total
desastre. vomité más de tres veces y me sentía fatal. Mientras mi conciencia me
remordía por todo lo que había ingerido la noche anterior, mi madre me decía
“ay mijita, tu lo que estás es embarazada."
Foto: Lucia Carrasquero |