miércoles, 28 de septiembre de 2016

Bodoque es una semilla

La cigüeña 

El papá de Bodoque y yo salimos muy poco antes que la cigüeña tocara mi puerta. Yo trabajaba mucho, bebía mucho, fumaba más que mucho y tenía planificado un viaje con mis padres, Otto y Renate, en octubre de 2013.

Bodoque llegó en una vorágine de deseo y extrema rapidez. Yo salí de viaje con mis papás como si nada estuviese ocurriendo dentro de mi. La primera parada fue Barcelona, me sentía muy feliz y suponía que esa felicidad radicaba en estar cerca del mar y de mis padres, a quienes veo muy poco porque viven en Venezuela.

La última noche en Barcelona, compartí con mi amiga del colegio Débora De Sá, autora del blog Vivir Creativamente, fui la primera en mírame a los ojos y decirme “yo si creo que estás embarazada”. Nos bebimos hasta el agua de los floreros junto con otro amigo de infancia. El resultado: un considerable estado de ebriedad para tomar un avión a Italia al siguiente día.

El viaje un total desastre. vomité más de tres veces y me sentía fatal. Mientras mi conciencia me remordía por todo lo que había ingerido la noche anterior, mi madre me decía “ay mijita, tu lo que estás es embarazada."

Horas antes de enterarme que estaba embarazada
Foto: Lucia Carrasquero












La estadía en Turín fue breve, pero vamos que pasé de comer tres helados seguidos a ver una pizza y morir del asco, sí, asco por una pizza. Mi cuerpo ya comenzaba a dar indicios de locura. Bajando por el mapa, visitamos Francia. En Chambery y Annecy enloquecí con los quesos, el cuerpo solo me pedía queso y más queso. Pero hasta ese momento yo me sentía llena de energía y vitalidad, además de verme y sentirme más delgada que nunca, divina.


Mis antojos de embarazada
Foto: Lucia Carrasquero










¡Estoy embarazada!

En Lyon todo cambió. Yo nunca he sido de ir a misa, de hecho no me gusta nada, pero visitar iglesias en plan turismo mola. Fue allí en la basílica de Notre-Damme de Fourvière cuando esa sensación tan difícil de explicar con palabras me invadió de pies a cabeza.

Virgen madre María ¡Gracias! se que “Victoria” está dentro de mi. (Victoria era el nombre elegido para mi primera hija). Lloré sin parar, agradecida, asustada, emocionada y sin saber por qué. Me contó mi madre que mi papá le preguntó ¿y la niña desde cuando es tan religiosa? (Risas).


La prueba de embarazo

Ese día nos separamos. Cada quien se fue a hacer lo suyo. Yo por supuesto me fui a una farmacia a preguntar por un test de grossesse. Llegué al hotel con las manos temblorosas, con la pregunta en la cabeza ¿será que si, será que no? Me encerré en el baño, hice pipí y la rayita se tornó doble y rosa “vous êtes enceinte”.



Prueba de embarazo
Foto: Lucia Carrasquero




















SPOILER. ¿Han visto la película Kill Bil vol. 2 de Quentin Tarantino? ¿si? ¿recuerdan la escena final en la que Uma llora en el baño? Pues así, sin planearlo, en vez de un oso abrazaba en estado de shock mi prueba de embarazo Clear Blue.



Bueno, vamos a dar la noticia

Abuelos de Bodoque:

Mamá, estoy embarazada. ¡Hija mía que felicidad! (lágrimas)

Papá, estoy embarazada. ¿Es que en Madrid no venden condones? (shock)

Papá de Bodoque, estoy embarazada. (Silencio). ¡Lo sabía, Te fuiste de Madrid con Victoria en la panza!

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